Una parabola de la filosofia yoga…
En una aldea de pescadores, una muchacha soltera tuvo un hijo y tras ser interrogada intensamente, dijo que el padre del niño era un Sabio Maestro Espiritual que se encontraba meditando todo el dia en la montaña.
Los padres y los vecinos de la muchacha, encolerizados, se dirigieron al Maestro, interrumpiendole la meditacion, ofendiendo y censurandole.
El Maestro respondio unicamente, “Muy bien, muy bien!”
La reputacion del Maestro quedo por el suelo ya que nadie se le acercaba a recibir instruccion. Al cabo de un año, la muchacha ya no podia resistir mas el peso de su conciencia y confeso que era una mentira. El padre de la criatura era un joven que vivia al lado.
Toda la aldea quedo muy avergonzada. Entonces acudieron al Maestro con flores y frutas a pedirle perdon. Y todo lo que el Maestro dijo fue, “Muy bien, muy bien!”
:D
2 comments:
supongo que aveces es mejor no polemizar. pero que hacer cuando se te hierve la sangre con ira.
bueno, para responder como ese maestro toma muuuuuchos años de practica... especialmente de meditacion. tal estado no se adquiere de un dia para otro.
ahora, para los que estamos todavia buscandonosla lo mejor que se puede, lo primero es (como tu post) no mentir. ser honesto de que sientes la ira, y aceptar que esa es tu reaccion temporal. pero que pasa despues de ahi? esa es la diferencia.
podemos escoger actuar impulsivamente como si fuesemos esclavos de un sentimiento pasajero, o bien pudiesemos hacer conciencia de que es una reaccion ante algo, y no que somos la ira en si. es una emocion que se puede manejar. y se puede trabajar para uno manejarla a ella y no ella a uno. o sea, quien se supone que dirija a quien? un ser humano pensante? o una emocion temporal?
lo que decidimos hacer a partir de ahi es lo que determina si la experiencia sera mejor o peor.
la reflexion es muy importante.
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